Copacabana Late con el Pulso de su Cultura: Un Encuentro que Sembró Futuro en La Pedrera
- Hablemos Copacabana
- 1 abr
- 3 Min. de lectura
¡Ey, parceros y parceras de Copacabana! El pasado domingo, mientras el sol declinaba con esa melancolía dorada que pinta nuestros atardeceres, la cancha de microfútbol del barrio La Pedrera se transformó en un epicentro de pura energía creativa. Pero no fue un partido cualquiera, ¡no, señor! Fue el quinto encuentro de la Mesa de Cultura, un espacio donde las ideas florecen, los sueños se tejen y el amor por nuestro terruño se manifiesta en cada palabra y cada gesto.
Imaginen por un instante el aire vibrando con las expectativas, como cuando la brisa acaricia las hojas de los árboles antes de una melodía. Artistas con el alma tatuada de colores, gestores culturales con la visión clara de un futuro vibrante y sabedores ancestrales, guardianes de nuestras raíces, convergieron en un ritual de participación. No fue una simple reunión; fue un aquelarre de mentes creativas dispuestas a darle forma al mañana cultural de nuestra Copacabana.
La agenda no era para echar carreta, ¡era candela pura! Tres puntos clave se pusieron sobre la mesa, como esos beats que te hacen mover el esqueleto y te llenan de ganas. Primero, se exploraron los Nuevos Horizontes de la Mesa, como si estuviéramos descorriendo una cortina para ver paisajes inéditos, llenos de posibilidades para el arte y la cultura local. Se habló de romper esquemas, de innovar, de llevar nuestras expresiones a cada rincón de Copacabana… ¡y más allá!
Luego, llegó el momento de elegir a los representantes de cada una de las nueve mesas. ¡Qué energía se sentía! Era como armar un dream team, escogiendo a los líderes que llevarán la voz de cada disciplina, desde las danzas que nos conectan con la tierra hasta las letras que pintan nuestros sentires. Cada mesa, un universo particular, eligió a sus voceros con la convicción de que juntos somos más fuertes.
Y como si fuera poco, también se realizó la elección de los nuevos consejeros municipales de cultura. ¡Los meros meros que nos representarán en las altas esferas! Esos parceros y parceras que alzarán la voz por nosotros, defenderán nuestros proyectos y trabajarán incansablemente para que la cultura sea el motor de nuestro desarrollo.
La mesa técnica, con la sabiduría de quien conoce el camino, presentó el reglamento y los Nuevos Horizontes, despertando ilusión entre los asistentes. Todo se puso a disposición de la asamblea, en un ejercicio de democracia pura y dura. ¡Y la gente votó con convicción, aprobando las reglas del juego para que todos jugáramos en la misma cancha!
Después de ese momento crucial, la energía se multiplicó. Como un río que se divide en nueve afluentes para irrigar la tierra, los participantes se dispersaron hacia sus mesas elegidas. ¡Era una bacanería ver cómo la gente se conectaba con sus pasiones! En cada mesa, las ideas fluían como el agua cristalina de nuestras quebradas, los debates eran constructivos y el objetivo era claro: elegir a los mejores representantes y consejeros.
Una vez más, Copacabana demostró que su corazón late al ritmo del arte y la cultura. Se sentía en el aire esa pasión desbordante, ese amor genuino por nuestras tradiciones, por nuestras expresiones, por todo aquello que nos hace únicos. Cada mesa era un hervidero de ideas, un crisol donde se fundían diferentes visiones para llegar a consensos sólidos.
Y entonces, uno a uno, los voceros de cada mesa se acercaron al frente, con la satisfacción del deber cumplido. Posaban orgullosos frente al letrero que rezaba "Mesa de Cultura de Copacabana", inmortalizando ese instante con una fotografía. Cada clic era un testimonio de un momento histórico, una huella imborrable en el camino del desarrollo cultural de nuestro municipio.
Finalmente, llegó el momento de reconocer a esos líderes que nos representarán. Los representantes de mesa y los consejeros electos pasaron al frente, recibiendo el aplauso y el reconocimiento de toda la asamblea. Fue un instante de unidad, de celebración, de reafirmación de que juntos, artistas, gestores y sabedores, somos la fuerza que impulsa la cultura viva de Copacabana.
Así terminó este quinto encuentro, dejando una sensación de que lo mejor está por venir. Se sembraron semillas de esperanza, se fortalecieron los lazos y se eligió un equipo comprometido con hacer de Copacabana un territorio donde la cultura florezca en todo su esplendor.
✨ ¡Estén atentos, parceros y parceras, porque la Mesa de Cultura sigue trabajando con toda la energía para que nuestros sueños culturales se hagan realidad! ¡Esto apenas comienza! ✨
Fotografias por: Juan José Patiño Eraso
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